La estructura militar de Mordor en los libros de El Señor de los Anillos, obra del profesor J.R.R. Tolkien, se presenta como un modelo altamente centralizado y autoritario, reflejo del poder absoluto del Señor Oscuro Sauron. Su ejército se compone de vastas hordas de orcos, trolls, y otras criaturas malignas, complementadas por los hombres del Este y del Sur, conocidos como los Orientales y los Haradrim, que luchan bajo la influencia y promesas de poder de Sauron.
La organización militar se caracteriza por una jerarquía estricta y salvaje, donde los oficiales orcos imponen disciplina mediante el miedo. Este sistema carece de la flexibilidad y autonomía de otros ejércitos, ya que depende directamente de la voluntad de Sauron, quien controla a sus fuerzas a través de su oscuro poder y sus servidores más cercanos y mortíferos, como son los temidos Nazgûl. La estructura refleja un estado de guerra total y devastadora, con una visión de conquista y destrucción que se extiende más allá de los límites de la tierra negra de Mordor.
Las tropas de Sauron se componían de las siguientes fuerzas:
Esclavos
La unidad de los esclavos en la estructura militar de Mordor, tal como se describe en los libros, estaba compuesta principalmente por trabajadores orcos, hombres del Este y del Sur, y otras criaturas sometidas a la voluntad de Sauron. Estos esclavos no solo tenían un rol militar, eran meros trabajadores forzados, cuya función principal era apoyar las vastas campañas bélicas del Señor Oscuro, proporcionando mano de obra para la construcción de fortificaciones, armas y el mantenimiento de las líneas de suministro. Aunque podían llegar a participar en la guerra si era necesario, su papel era el de servir a las tropas y sus oficiales en lo que necesitasen.
En la rígida jerarquía de Mordor, los esclavos ocupaban el nivel más bajo, siendo vistos como desechables y totalmente prescindibles. Esta fuerza esclava, aunque numerosa y esencial para las campañas militares, era cruelmente sometida y castigada por los oficiales superiores, como los Nazgûl o los capitanes de Sauron, que ejercían un control férreo sobre ella. En muchos casos, estos trabajadores explotados sufrían un constante estado de opresión, motivados solo por el miedo y la amenaza de la violencia. Este trato reflejaba la naturaleza tiránica de la autoridad de Sauron, donde los esclavos servían únicamente como una herramienta para alcanzar sus objetivos de conquista y destrucción, sin lugar para el reconocimiento o la autonomía.
Snaga, orcos menores
Las tropas de los orcos snaga, término que en lengua negra significa esclavo, estaban compuestas por los miembros más débiles y subordinados de la raza de los orcos dentro de la estructura militar de Mordor. Estos orcos de menor tamaño y habilidad en combate en comparación con los orcos de élite o los Uruk-hai, cumplían funciones especializadas y subalternas dentro del ejército de Sauron. Actuaban normalmente como rastreadores, mensajeros, espías o cazadores, tareas que requerían agilidad y capacidad para moverse rápidamente por territorios difíciles, aunque con escaso poder de combate. Tenían una gran sensibilidad a la luz del Sol.
Su papel en la jerarquía militar de Mordor era claramente inferior, subordinado a los orcos más fuertes y a los oficiales superiores, como los capitanes orcos o los temidos Nazgûl, aunque gozaban del privilegio de no ser esclavos. Su principal valor radicaba en su capacidad para realizar tareas menores y de apoyo, que, aunque esenciales para el funcionamiento del ejército de Mordor, eran vistas como indignas de los orcos de mayor rango.
Orcos de Minas Morgul
La fuerza de los orcos de Morgul, estaba constituida por un grupo selecto de orcos que servían directamente bajo el mando del Rey Brujo de Angmar y los lugartenientes de Minas Morgul, «La Torre de la Magia Oscura». Estos orcos, aunque parte del vasto ejército de Sauron, tenían una relación más cercana con los Nazgûl, en particular con el Rey Brujo, quien era el comandante de Minas Morgul y el más poderoso de los siervos de Sauron. Su lealtad era hacia esta élite oscura, lo que les confería un estatus especial dentro de las fuerzas de Mordor.
Los orcos de Morgul cumplían funciones especializadas en operaciones militares que implicaban la ejecución de los designios de los Nazgûl. Se les encomendaban operaciones de gran importancia estratégica, como la vigilancia de los pasos hacia Gondor, el ataque a la ciudad de Osgiliath y otras misiones de asedio y destrucción en los territorios vecinos.
Estos orcos son los que asediaron Minas Tirith en la Batalla de los Campos del Pelennor, durante la Tercera Edad. El símbolo que distingue a estos orcos es la media luna y la calabera blancas, sobre una bandera negra.
En la jerarquía militar de Mordor, los orcos de Morgul ocupaban una posición intermedia: si bien eran despreciados por los Nazgûl y otros servidores superiores de Sauron, tenían mayor autoridad y respeto que los orcos menores o los snaga. Esto se debía a su proximidad con el poder de Minas Morgul, una de las fortalezas más importantes del reino de Sauron, y su capacidad para llevar a cabo misiones decisivas. Sin embargo, seguían siendo simples peones en la maquinaria de guerra del Señor Oscuro, sin acceso a la autonomía o el poder real, y su lealtad estaba garantizada únicamente por el terror que inspiraban sus maestros.
Orcos del Barad-Dûr
Los orcos de Barad-Dûr representaban una de las principales facciones militares al servicio directo de Sauron, el Señor Oscuro. Estos orcos, que llevaban el símbolo del Ojo Rojo, emblema del poder vigilante de Sauron, constituían una pequeña pero letal fuerza élite tras los muros de la Torre de Barad-Dûr. Al estar directamente subordinados a la voluntad de Sauron, que residía en la oscura fortaleza, se distinguían de otros grupos de orcos por su feroz lealtad y su rol estratégico en la consolidación del dominio del Señor Oscuro sobre la Tierra Media.
La función de los orcos de Barad-Dûr era fundamentalmente la de servir como la guardia personal y el ejército principal de Sauron. Participaban en las campañas militares más cruciales y desempeñaban un papel esencial en la defensa de Mordor. Además de ser combatientes, muchos de ellos también estaban involucrados en las labores de fortificación y el mantenimiento de las defensas alrededor de Barad-Dûr y la Puerta Negra. Su presencia y la exhibición del Ojo Rojo simbolizaban la omnipresencia del control de Sauron, tanto en el campo de batalla como en la vigilancia constante sobre sus propios súbditos.
En la jerarquía militar de Mordor, los orcos de Barad-Dûr ocupaban una posición superior a la de cualquier otro orco, aunque seguían siendo instrumentos al servicio de Sauron. Si bien tenían más responsabilidades y acceso a tareas estratégicas que otros grupos, no gozaban de autonomía, y su inquebrantable lealtad estaba asegurada por el terror y dominio absoluto que Sauron ejercía sobre ellos. No se les otorgaba ningún grado de independencia, y su valor radicaba en su utilidad como ejecutores directos de la voluntad del Señor Oscuro.
Corsarios de Umbar
La fuerza de los corsarios de Umbar, un grupo destacado de aliados piratas dentro del ejército de Sauron, estaba compuesta por hombres del sur, conocidos por su experiencia en la piratería y la guerra naval. Procedentes del puerto de Umbar, una ciudad costera al sur de Gondor, estos hombres descendían de los Númenóreanos Negros, un grupo que había rechazado la alianza con los Dúnedain de Gondor y Arnor, alineándose en cambio con el Señor Oscuro. A lo largo de los siglos, los corsarios de Umbar se consolidaron como una fuerza temida, llevando a cabo constantes incursiones, saqueos y ataques navales contra las costas de Gondor, debilitando su poder marítimo.
La función principal de los corsarios de Umbar dentro de la estrategia militar de Mordor era la guerra naval. Eran expertos en el control de las rutas marítimas, bloqueando los puertos de Gondor y saqueando sus ciudades costeras, lo que obstaculizaba el comercio y las comunicaciones de sus enemigos. En el contexto de la Guerra del Anillo, estos corsarios jugaron un papel clave al amenazar el flanco sur de Gondor, lo que obligó a sus defensores a dividir sus fuerzas. En la Batalla de los Campos del Pelennor, por ejemplo, la amenaza de los corsarios debilitó a Gondor hasta que Aragorn, utilizando el ejército de los Muertos de Dunharrow, logró neutralizarlos antes de que pudieran atacar.
En la jerarquía militar de Mordor, los corsarios de Umbar ocupaban una posición semi-autónoma, diferente a la de las fuerzas tradicionales de orcos o hombres del Este. Aunque combatían bajo las órdenes de Sauron, mantenían cierta independencia debido a su experiencia y control sobre las operaciones marítimas. Su alianza con Mordor era más pragmática que forzada, basada en el interés común de debilitar a Gondor, aunque seguían subordinados a los grandes planes de conquista de Sauron. Esta posición les otorgaba un grado de autonomía, especialmente en el ámbito naval, pero no los eximía de estar sometidos a la influencia de Sauron, quien los utilizaba como una herramienta esencial para la guerra de desgaste y desestabilización de sus enemigos.
Variags de Khand
Los Variags de Khand, eran un grupo de guerreros humanos originarios de la región oriental de Khand, que se alinearon con Sauron durante la Guerra del Anillo. Estos hombres, caracterizados por su ferocidad en combate, actuaban principalmente como fuerzas de infantería y caballería dentro del ejército de Mordor. Los Variags formaban parte de la coalición de pueblos orientales y sureños que apoyaban a Sauron, junto con los Hombres del Este (los Orientales) y los Haradrim, creando un frente unido de fuerzas humanas que complementaban las hordas de orcos y otras criaturas de Mordor.
La función de los Variags en la guerra era diversa, pero se centraba en su habilidad para el combate terrestre. Como infantería, participaban en batallas campales y asedios, mientras que su caballería desempeñaba un papel esencial en la movilidad y los ataques rápidos, lo que les permitía hostigar a las fuerzas enemigas, principalmente a Gondor y sus aliados. Su participación fue clave en las campañas de Sauron, ya que aportaban una fuerza militar altamente disciplinada y agresiva, que no dependía del oscuro poder del Señor Oscuro para su eficacia, sino de su destreza y brutalidad en la guerra. En la Batalla de los Campos del Pelennor, los Variags de Khand lucharon junto a los Haradrim y otras fuerzas aliadas de Sauron, contribuyendo a la presión sobre las defensas de Gondor.
En la jerarquía militar de Mordor, los Variags ocupaban una posición destacada como parte de las fuerzas humanas que se alineaban con Sauron, aunque no estaban en la cúspide de la jerarquía. Si bien eran más valorados que los orcos debido a su disciplina y habilidades, seguían siendo subalternos a los principales comandantes de Sauron, como los Nazgûl o los capitanes orcos de alto rango. Los Variags, al igual que los otros pueblos humanos que servían a Sauron, combatían bajo su influencia y promesas de poder, pero mantenían cierta autonomía cultural y militar debido a su lejanía geográfica y a sus propias tradiciones guerreras. Aun así, estaban completamente integrados en la maquinaria bélica de Mordor, actuando como una fuerza militar esencial para los planes de conquista del Señor Oscuro.
Haradrim
Los Haradrim, hombres de las tierras del sur, eran aliados clave de Sauron, conocidos por utilizar los gigantescos Mûmakil (Olifantes) en la guerra. Montados en torres sobre estas bestias, disparaban flechas y lanzaban jabalinas, causando devastación y caos en las filas enemigas. Los Mûmakil, con su fuerza arrolladora, eran utilizados para romper formaciones y sembrar terror, como se vio en la Batalla de los Campos del Pelennor.
La función de los Haradrim dentro del ejército de Sauron era primordialmente de choque y devastación masiva. Sus Mûmakil, armados con grandes torres o plataformas en las que montaban varios guerreros, tenían un impacto psicológico y físico inmenso en las fuerzas enemigas.
Dentro de la jerarquía militar de Mordor, los Haradrim ocupaban una posición elevada entre las fuerzas humanas aliadas de Sauron. Aunque no alcanzaban la autoridad de los Nazgûl u otros comandantes de alto rango, tenían un lugar destacado debido a su poder militar y a la capacidad única de desplegar los Mûmakil, una ventaja táctica crucial para las grandes batallas. Combatían a las órdenes de Sauron, pero mantenían cierta autonomía cultural y militar, con sus propios líderes y tradiciones de combate, lo que los diferenciaba de las fuerzas estrictamente subordinadas a la estructura de los orcos. Motivados por promesas de poder y su enemistad con Gondor, los Haradrim contribuían de manera crucial al plan de conquista de Sauron, actuando como una fuerza de choque altamente destructiva.
Orientales o los hombres del Este
La fuerza de los Orientales, también conocidos como los Hombres del Este, específicamente los procedentes de la región de Rhûn, era una de las principales facciones humanas aliadas del Señor Oscuro. Estos hombres, que se alinearon históricamente con las fuerzas del mal, representaban una cultura guerrera muy disciplinada y feroz. Los Orientales servían como infantería de élite dentro del ejército de Mordor, destacándose por su habilidad en el combate cuerpo a cuerpo y su eficacia en grandes batallas. Equipados con armaduras pesadas y armas tradicionales, como lanzas y espadas, formaban una fuerza organizada y letal, conocida por su resistencia y agresividad en el campo de batalla.
La función de los Orientales en las campañas militares de Sauron era crucial. Actuaban tanto como fuerza de choque en grandes enfrentamientos, como la Batalla de los Campos del Pelennor, donde fueron clave en el ataque a Gondor, como también en la defensa estratégica de las fronteras de Mordor. Su disciplina y capacidad de organización les permitían ser utilizados en misiones tácticas complejas, ya que, a diferencia de otras tropas humanas o las hordas de orcos, los Orientales mostraban una mayor cohesión y habilidad militar, sirviendo así como una infantería fiable y eficiente.
En la jerarquía militar de Mordor, los Orientales ocupaban una posición superior a la de las tropas orcas, debido a su destreza y valor en combate. Aunque seguían subordinados a los altos mandos de Mordor, como los Nazgûl y otros capitanes designados por Sauron, gozaban de un estatus respetado dentro del ejército, siendo considerados una de las fuerzas humanas más importantes en los planes de conquista de Sauron. Su motivación para servir a Sauron se basaba tanto en su alianza histórica con el Señor Oscuro como en las promesas de expansión territorial y poder, lo que les convertía en aliados clave para el éxito de las campañas militares de Mordor.
Orcos de Élite o Uruk-Hai
La fuerza de los orcos de élite, conocidos como Uruk-hai, constituye una categoría distintiva dentro del ejército de Mordor. Estos guerreros, más grandes y fuertes que los orcos comunes, fueron creados a partir de una mezcla de orcos y otras razas, lo que les otorgaba superior resistencia y agresividad. Mejor equipados y entrenados, actuaban como tropas de choque en las batallas, desempeñando un papel crucial en la ruptura de las líneas enemigas.
Estos orcos de élite staban mejor equipados y eran entrenados para operar en formaciones organizadas, lo que les permitía funcionar de manera más eficiente como tropas de choque en el campo de batalla.
Su función principal era la de vanguardia del ejército de Sauron, encargados de realizar ataques directos y desestabilizadores en enfrentamientos decisivos. En la jerarquía militar de Mordor, los orcos de élite ocupaban una posición elevada, superiores a cualquier tipo de orco e incluso hombres, y eran liderados por capitanes orcos que les proporcionaban dirección en combate. Aunque gozaban de un estatus respetado, estaban subordinados a los mandos superiores de Sauron, reflejando así la brutalidad y eficacia de la maquinaria bélica de Mordor.
Capitanes orcos y hombres
Los capitanes orcos y hombres constituían una clase de líderes dentro de la estructura militar de Mordor, desempeñando un papel crucial en la organización y dirección de las legiones de Sauron. Esta élite estaba compuesta por orcos de élite, como los Uruk-hai, así como por hombres provenientes de diversas regiones, incluidos los Haradrim y los Orientales. Su formación y experiencia en combate les conferían la autoridad necesaria para liderar unidades en el campo de batalla, coordinar ataques y garantizar la disciplina entre las tropas.
La función principal de los capitanes orcos y hombres era la de comandar y organizar las fuerzas del Señor Oscuro durante las campañas militares. Eran responsables de la ejecución de estrategias en combate, así como de mantener la moral y la cohesión entre las tropas. A menudo, estos capitanes recibían órdenes directas de los Nazgûl o del mismísimo Sauron, actuando como intermediarios entre el alto mando y las unidades de combate. Su liderazgo era esencial para la efectividad de las legiones, ya que su capacidad para tomar decisiones tácticas en situaciones de alta presión podía influir decisivamente en el resultado de las batallas.
En la jerarquía militar de Mordor, estos capitanes ocupaban una posición de considerable importancia. Aunque subordinados a los Nazgûl, su estatus les confería un nivel significativo de autoridad y respeto entre las filas de Sauron. Se les consideraba la columna vertebral del ejército, ya que su liderazgo y habilidades de combate eran fundamentales para mantener la efectividad y la disciplina en las fuerzas de Mordor. La presencia de estos capitanes no solo aseguraba la ejecución de la estrategia de Sauron, sino que también reflejaba la complejidad y la organización del ejército oscuro en su búsqueda de dominación sobre la Tierra Media.
Los Nazgûls
Los Nazgûl, también conocidos como los Espectros del Anillo, eran los siervos más letales del Señor Oscuro. Compuestos originalmente por nueve hombres de gran poder y ambición, estos seres fueron corrompidos por los Anillos de Poder y sometidos a la voluntad del impostor. Transformados en espectros inmortales, los Nazgûl eran su más alto mando militar y actuaban como sus generales más versátiles, comandando tanto a las fuerzas orcas como a los hombres en su campaña por la dominación de la Tierra Media.
La función principal de los Nazgûl era la de actuar como los ejecutores de los deseos de Sauron, desempeñando roles que abarcaban desde la estrategia militar hasta la persecución directa de sus enemigos, en particular de aquellos que portaban los Anillos de Poder. Su presencia en el campo de batalla infundía un profundo temor, lo que afectaba la moral de las tropas enemigas. En calidad de generales, eran responsables de coordinar las operaciones militares, liderar asaltos y mantener la cohesión entre las diversas facciones bajo su mando, incluidas las legiones orcas, los hombres del Este, y los Haradrim.
En la jerarquía militar de Mordor, los Nazgûl ocupaban la cúspide, siendo subordinados únicamente a la voluntad de Sauron. Su estatus les confería no solo poder militar, sino también un simbolismo de autoridad y terror que unía a las diversas fuerzas de Mordor bajo su mando. Aunque carecían de la capacidad de liderar tropas en el sentido tradicional, su conexión con Sauron y su naturaleza sobrenatural les otorgaban un nivel de respeto y temor que aseguraba la lealtad de las fuerzas que comandaban. En resumen, los Nazgûl representaban la encarnación del poder oscuro de Sauron, funcionando como la élite del ejército de Mordor y actuando como la mano ejecutora de sus designios en la búsqueda de la dominación total de la Tierra Media.
La Boca de Sauron
La Boca de Sauron es el principal emisario y lugarteniente de Sauron en Barad-dûr, la Torre Oscura. Aunque su nombre real no se menciona en la obra, se le describe como un hombre de gran poder y malicia, proveniente de las tierras del sur. Como figura destacada en la jerarquía de Mordor, su papel era esencial para la comunicación y representación de los intereses de Sauron, actuando como su portavoz ante los pueblos de la Tierra Media.
La función principal de la Boca de Sauron era actuar como intermediario entre Sauron y sus aliados o enemigos. Su habilidad para hablar y persuadir lo convertía en un embajador temido y respetado, especialmente entre las fuerzas humanas que servían a Sauron, como los Haradrim y los hombres de Khand. A través de su retórica, podía instigar miedo y desconfianza, así como motivar y movilizar tropas en nombre del Señor Oscuro. Además, se le conocía por llevar a cabo misiones diplomáticas, así como por ser un general militar que lideraba las fuerzas de Mordor en combate.
En la jerarquía militar de Mordor, la Boca de Sauron ocupaba la cúpula, estando subordinado directamente a Sauron y en estrecha colaboración con los Nazgûl. Aunque no tenía el mismo nivel de poder que Khamûl, el Oriental o El Rey Brujo de Angmar, su capacidad para influir en las decisiones políticas y militares le otorgaba un estatus elevado entre los lugartenientes de Mordor. Su cercanía a Sauron y su papel como heraldo le permitían actuar como un enlace entre el Señor Oscuro y sus legiones, reflejando así la complejidad y el terror inherente al régimen militar de Mordor en su búsqueda de la dominación total sobre la Tierra Media.
Khamûl, el Oriental
Khamûl el Oriental es reconocido como el segundo de los Nazgûl, justo después del Rey Brujo de Angmar. Originalmente un hombre de gran poder, fue corrompido por el Anillo Único y se convirtió en un espectro al servicio de Sauron. Su origen en las tierras orientales le confería un papel estratégico en la jerarquía de Mordor.
La función principal de Khamûl era comandar los ejércitos de Dol Guldur, la fortaleza oscura en el Bosque Negro. En este papel, era responsable de coordinar las campañas militares en la región y de ejecutar las órdenes de Sauron, supervisando las fuerzas orcas y otros aliados.
En la jerarquía militar de Mordor, Khamûl ocupaba una posición de considerable importancia. Aunque subordinado al Rey Brujo, su estatus como el segundo de los Nazgûl le otorgaba un respeto significativo. Su liderazgo en Dol Guldur y su cercanía al poder de Sauron lo convertían en una figura clave en la implementación de las estrategias militares del Señor Oscuro, simbolizando el terror y la opresión del dominio de Mordor sobre la Tierra Media.
El Rey Brujo de Angmar
Finalmente, el más poderoso de todos los siervos de Sauron es el Rey Brujo de Angmar, una de las figuras más emblemáticas y temidas. Conocido como el más letal de los siervos de Sauron, este personaje es el líder de los Nazgûl y lugarteniente de Minas Morgul, la fortaleza oscura situada en el umbral de Gondor. Originalmente, el Rey Brujo fue un poderoso rey humano que, tras recibir uno de los Nueve Anillos de Poder, fue corrompido y transformado en un espectro inmortal, sometido a la voluntad de Sauron.
La función principal del Rey Brujo era actuar como el comandante supremo de las fuerzas de Sauron en la Tierra Media. Era responsable de liderar las campañas militares contra los reinos de los hombres, especialmente contra Gondor, y de ejecutar las estrategias del Señor Oscuro. Su presencia en el campo de batalla infundía un profundo terror en las tropas enemigas, ya que se le atribuían habilidades sobrenaturales y un poder oscuro que superaba al de los demás Nazgûl.
En la jerarquía militar de Mordor, el Rey Brujo ocupaba la posición más alta entre los Nazgûl, actuando como el principal lugarteniente de Sauron. Su autoridad y prestigio eran inigualables, y su liderazgo era fundamental para la cohesión de las fuerzas de Mordor. Aunque subordinado a Sauron, su poder e influencia le permitían coordinar las acciones de los otros Nazgûl y de las tropas orcas, estableciendo así el terror como un componente clave de la estrategia militar de Sauron.