14 de abril de 2025

LA CUARTA EDAD DEL SOL – CAPÍTULO OCTAVO | De la Edad de Hielo y el Diluvio Universal | Parte I

Fornost en ruinas y completamente congelada por la glaciación

La Cuarta Edad del Sol – Capítulo Octavo: De la Edad de Hielo y el Diluvio Universal | Parte I es una obra redactada por el historiador Javier Cano Galindo. Este texto se publica de manera seriada en formato digital en La Gloria de Gondor, con una entrega por capítulo de periodicidad semanal, hasta la conclusión total de la obra.

ÍNDICE

  • CAPÍTULO PRIMERO: De los reinos y dominios de los hombres y los enanos
  • CAPÍTULO SEGUNDO: De los reinos y dominios de los elfos silvanos y avari
  • CAPÍTULO TERCERO: De los reinos y territorios de los orcos y otras criaturas
  • CAPÍTULO CUARTO: De los reinos y regiones de los hombres del Este y del Sur
  • CAPÍTULO QUINTO: De Vardamir el Piadoso y el culto del Árbol Oscuro
  • CAPÍTULO SEXTO: De la Usurpación de Eldacar y el comienzo de la Gran Guerra
  • CAPÍTULO SÉPTIMO: De la Guerra del Ocaso
  • CAPÍTULO OCTAVO: De la Edad de Hielo y el Diluvio Universal

LA CUARTA EDAD DEL SOL – CAPÍTULO OCTAVO | Parte I

La Edad de Hielo

Con el fin de la Gran Guerra y la caída de Alatar se establecieron nuevas rutas comerciales entre el Este y el Oeste. Los elfos de Eryn Lasgalen volvieron a sus hogares donde nunca más volverían a salir, sabiendo que sus parientes se habían visto obligados a abandonar Ithilien, solo colaboraron por pura necesidad con el Reino Unificado. Los enanos igualmente volverían a sus minas y mansiones bajo tierra, cada vez saliendo menos al exterior por el clima más y más frío.

Dorwinion queda como una tierra desolada, apenas habitada y Valle ve reducido ahora su dominio a sus dos principales y ciudades y su periferia, reconstruyéndolas a duras penas. Pallando abandona a los Kinn-lai, quienes vuelven a sus hogares, mientras que el mago se dirige a Rhosgobel a visitar a su antiguo compañero Radagast, pero, tras una larga búsqueda vio que ya se había convertido en un espíritu de la naturaleza y tuvieron una última conversación de despedida. Tras ello, se dirigió a la corte de Thranduil, permaneciendo allí durante un año. Tras una larga reflexión y ahora muy cansados del mundo, deciden ir hasta la costa occidental de Arnor en el 500 CE y partir a Valinor, pudiendo hacerlo con el beneplácito de los Valar por su labor en la guerra, junto con algunos de los parientes del rey elfo. Sería este el verdaderamente último barco en partir a las Tierra Imperecederas, tras haber pasado varios siglos en que nadie se dirigía ya a Aman.

Pallando, Thranduil y sus parientes, los últimos sindar, partiendo desde las costas de Arnor hacia Valinor, en un barco cedido por Telperion.

Alatar por su parte escapó al lejano norte, buscando un poder ancestral que se mencionaba en algunas leyendas, hasta dar con Barad Heleg. Allí moriría al enfrentarse a Durlach y su espíritu acabaría convirtiéndose en siervo del balrog, como muchos otros maiar que allí moraban.

Tras el asesinato de Eldacar en el 499 CE, sus hijos inmediatamente asumen el trono de Gondor y Arnor, comenzando un periodo de reagrupación de tropas y preparación para una nueva guerra entre el reino del norte y del sur. Ambos hermanos deseaban hacerse con la herencia completa de su padre. Telperion, ahora como rey en Annúminas ocupa las ancestrales y sagradas tierras de Lindon, durante siglos deshabitadas. Para ello utiliza a los lossoth de Forodwaith y otras gentes de Angmar como colonos, aprovechando la reciente conquista del norte y la situación climática que imposibilitaba cada vez más poblar el país de Angmar.

Los elfos de Eregion pertrecharon fuertemente su frontera temiendo que Telperion, tras haber tomado Angmar y Lindon, intentase hacerse con sus tierras menos afectadas por el frío gracias la magia que allí aun residía. Y efectivamente, la invasión no tardó en llegar, los elfos no pudieron contra un ejército tan grande y llegaron a un armisticio en el que Eregion quedó como estado vasallo de Arnor, pudiendo sus tierras ser explotadas por los arnorianos.

Por su parte, Nostarion termina de expulsar a los variags de Mordor y Nurn. Estos habían permanecido fuertes en el territorio tras independizarse de Rhûn con la caída del Imperio. Gondor tomará directamente Mordor y Nurn, dejando de ser un país independiente. De este modo alcanzará una posición de gran poder, controlando Rhovanion al sur del Bosque Verde, el propio país de Gondor, Harondor, parte del Cercano Harad y toda la costa sur hasta más allá de Umbar.

El conflicto entre hermanos comenzaría en el 505 CE, debido a la presión cada vez mayor en Arnor por el clima frío que aumentaba cada año de forma sobrenatural, además de las primeras invasiones de hordas de muertos que venían del gélido norte. Las tierras en las provincias de Arthedain y Rhudaur ya no eran cosechables por las continuas nieves y hielos que perduraban durante la mayor parte del año. Cardoland y Lindon aún tenían algunas tierras fértiles, especialmente en el centro y sur de Cardoland, que se había convertido en el granero del reino del norte. Lindon resistía parcialmente el duro invierno, tal vez por la magia ancestral de los altos elfos que aún permanecía allí. Angmar ya estaba completamente despoblado de humanos y los pocos orcos, uruks y trolls que quedaban se escondieron en las montañas, viendo su población cada vez más reducida por la falta de alimentos.

En esta situación, Telperion lanzó el primer ataque a la desesperada, a través de las Enedwaith que apenas se encontraba poblada, aprovechando esta acción su hermano Nostarion para justificar la invasión de Arnor. La intención de Telperion era hacerse con tierras más fértiles al norte de las Montañas Blancas y poder establecer una fuerte línea de frontera, pues veía muy difícil poder llegar a tomar Minas Tirith en su situación.

LEGO – El Señor de los Anillos| La Torre Oscura de Barad-Dûr

Rohan, que también había sufrido grandes bajas en la guerra permaneció neutral sin inmiscuirse en la lucha de hermanos. Seguía gobernando la tercera línea, siendo su reina Hild, heredera directa de Éomer y Elfwine, al ser hija única y haber cambiado su padre las leyes de sucesión.

Tras pocos años de guerra entre Gondor y Arnor, Nostarion logra diezmar a los ejércitos de su hermano, pues el dominio de Gondor era mucho mayor y se vio menos afectado por el clima. Tomó Annúminas en el 512 CE e hizo que Telperion le entregase el trono a cambio de perdonarle la vida, aunque permanecería para siempre prisionero en su corte.

Será en esta década cuando los dragones menores de las Montañas Grises, ante la falta de alimentos, ataquen e invadan las mansiones enanas en esta zona, muy mermados por la guerra apenas pudieron resistir el embiste. Tras ello, atacaron y desolaron gran parte de Rhovanion, que había quedado bastante despoblado tras las innumerables batallas contra Rhûn. Gondor terminó por perder el control de la región en el último gran ataque de los dragones en la historia de la Tierra Media, pues no se había producido un hecho igual desde la Primera Edad, todo provocado por el frío y la falta de alimentos.

Dragones menores sobrevolando una ciudad de los enanos en ruinas, en las Montañas Grises.

Pocos años después, hacia el 520 CE el clima había empeorado mucho más rápidamente, las tierras al norte del paso de Rohan estaban casi deshabitadas, y completamente abandonadas por el poder político. Ciudades como Annúminas, Fornost e incluso Metraith y Tharbad estaban ahora completamente congeladas, mientras que las hordas de muertos caminaban por todo Eriador y buena parte de Rhovanion. Los habitantes de Rohan se encontraban en una situación crítica sin tener acceso a alimentos y siendo hostigados por los muertos, comenzarían migraciones masivas hacia el sur creando muchos problemas en Gondor. En una de las arremetidas de las hordas de muertos, la reina Hild junto con su guardia personal, logró contenerlos lo suficiente como para que la restante población pudiera partir hacia Gondor. Así murió la última reina de Rohan en un acto heroico, logrando escapar su hijo junto con su pueblo, quien pasaría a ser un joven líder errante al haber perdido todo el territorio.

Weta Workshop – El Retorno de El Rey | Figura de El Rey Brujo de Angmar sobre Bestia Alada

En el propio Gondor se comenzaría a notar una gran crisis alimentaria por el frío y la falta de cosechas. Nostarion trasladaría ahora la corte a Umbar, quedando Minas Tirith como segunda residencia y zona fronteriza.

El Gran Bosque Verde había perdido más de dos tercios de su extensión por la glaciación, quedando los últimos elfos silvanos en cavernas resguardados del frío, pero cada vez más reducidos en población. Una situación similar, vivirían los enanos del Clan de Durin y de las Ered Luin que, aunque muy resistentes, verían su población menguada a un cuarto a lo largo de este siglo.

Durlach, había logrado sucumbir al mundo siguiendo la línea de su amo Morgoth, de forma muy distinta a Sauron. Este “tercer señor oscuro” nunca saldría de Barad Heleg, y junto con los otros maiar caídos, acabarían todos reducidos a espíritus incorpóreos que habitaban en el hielo perpetuo provocado por ellos mismo. Decenas de miles de muertos vagaban sin rumbo al norte de la Desembocadura del Anduin y de la región de Mordor, prácticamente casi ningún ser humano habitaba ya en esas tierras hacia el 530 CE y los pocos elfos y enanos que quedaban en el hemisferio norte, sobrevivían muy profundo en cavernas y montañas.

Hordas de muertos en lo que antaño fue Gondor.

La situación en la región de Rhûn y en el Extremo Oriente sería similar, extinguiéndose todos los reinos humanos, habiendo emigrado al sur los que pudieron y quedando los elfos muy reducidos en número, con la salvedad de los Cuind, por su resistencia al frío. Sin embargo, acabarían por tener el mismo destino final que el resto de elfos con el desvanecimiento de sus cuerpos con el paso del tiempo.

Deja un comentario