LA CUARTA EDAD DEL SOL – CAPÍTULO SÉPTIMO | De la Guerra del Ocaso | Parte I

La Cuarta Edad del Sol – Capítulo Séptimo: De la Guerra del Ocaso. Parte I es una obra redactada por el historiador Javier Cano Galindo. Este texto se publica de manera seriada en formato digital en La Gloria de Gondor, con una entrega por capítulo de periodicidad semanal, hasta la conclusión total de la obra.

• CAPÍTULO PRIMERO: De los reinos y dominios de los hombres y los enanos
• CAPÍTULO SEGUNDO: De los reinos y dominios de los elfos silvanos y avari
• CAPÍTULO TERCERO: De los reinos y territorios de los orcos y otras criaturas
• CAPÍTULO CUARTO: De los reinos y regiones de los hombres del Este y del Sur
• CAPÍTULO QUINTO: De Vardamir el Piadoso y el culto del Árbol Oscuro
• CAPÍTULO SEXTO: De la Usurpación de Eldacar y el comienzo de la Gran Guerra
• CAPÍTULO SÉPTIMO: De la Guerra del Ocaso
• CAPÍTULO OCTAVO: De la Edad de Hielo y el Diluvio Universal

Unos años después del gran ataque de Rhûn en Rhovanion, las batallas en el Este se habían recrudecido, perdiendo Gondor casi todo su dominio en Rhovanion. Erebor había conseguido aguantar el asedio durante meses gracias a los túneles y comunicaciones que salían al exterior en rutas ocultas hacia las Montañas Grises, siendo evacuado poco a poco. No obstante, terminaría siendo ocupado por los orientales al mando del propio Emperador Dragón, que tomarían una ciudad casi vacía, acabando con la última resistencia. En paralelo un segundo ejército proveniente de Khand, ocupó toda la región de Mordor y Nurn, a la par que se unían a parte del ejército del Emperador en las Tierras Pardas al norte de Mordor.

Este repliegue y evacuación había permitido distraer al enemigo y lograr, la alianza en Rhovanion, expulsar a los ejércitos orientales que habían atacado las inmediaciones de Eryn Lasgalen. El ejército aliado al mando de Thranduil, el Rey Nain V de Khazad Dûm, Nostarion del Reino Unificado, el Rey de Valle y los líderes del Valle del Anduin se prepararon para lanzar una gran ofensiva en Rhovanion, en las Tierras Pardas y así tratar de derrotar al segundo ejército del Emperador Dragón, quien, afincado en Erebor, tenía el control de la mayor parte de Rhovanion al este del Gran Bosque Verde.

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 La situación Arnor también había empeorado, replegándose los ejércitos al mando de Telperion a Annúminas. La ciudad también se vería sitiada durante 3 largos años, entre el año 442 y el 444, consiguiendo aguantar gracias a su salida por el Lago Nenuial, al no tener Angmar barcos para atacar por el agua y poder abastecerse por el Lago, desde las Colinas de Evendim, donde las guerrillas lograban resistir los ataques de Angmar contando con la ventaja del terreno. Pidieron ayuda a los clanes enanos de las Ered Luin, muy preocupados por la posible caída de Arnor y con esto el fin de las rutas comerciales hacia el Este y el paso seguro hasta Khazad Dûm. Estos enanos se prepararon para una feroz y larga guerra.

En el sur, el Reino de Rohan y los enanos de Aglarond fueron claves para ayudar a Gondor contra Umbar y los ataques de los haradrim, quienes hacia el 445 habían logrado avanzar por el Anduin atacando Pelargir y poniendo en peligro el corazón del reino en Ithilien y Osgiliath. El contingente de eorlingas y enanos logró repeler a los invasores y avanzar hacia el sur. Al comienzo de década, en el 451, lograron derrotar a los corsarios en Belfalas y Anfalas, uniéndose al Rey Eldacar, lanzando una gran invasión de nuevo en Harondor y hasta las ciudades costeras de los numenoreanos negros, retrocediendo hasta su capital Umbar y permitiendo una reorganización de las tropas del sur y un nuevo planteamiento de la estrategia por parte de Eldacar.

En el extremo Este, Alatar en persona se puso al frente de un gran ejército para sofocar los levantamientos producidos en los reinos humanos que habían conquistado el siglo anterior, más allá de las Orocarni. Estos habían aprovechado la situación, al marchar muchas tropas al Oeste, para sublevarse contra el dominio y la opresión, siendo Pallando el hostigador, junto con los guerreros de los Kinn-lai. Una vez aplacados los levantamientos, se dirigió hacia Hildorien para atacar las ciudades de sus eternos rivales, comenzando una larga guerra en la región hacía el 448 CE.

A comienzos de la década del 460 CE los elfos avari y silvanos de Eregion habían conseguido expulsar de sus tierras a los trasgos y orcos, atacando ahora con gran éxito las Landas de Etten y Rhudaur en represalia a sus brutales agresores. Muy habilidosos en el combate y la supervivencia, encontraron poca resistencia al estar Angmar muy ocupado en Arnor, especialmente en la provincia de Arthedain, donde los arnorianos y los enanos de las Ered Luin habían conseguido expulsar a los ejércitos de Agandaûr de Annúminas. Posteriormente, Fornost fue retomada en estos años a duras penas gracias al esfuerzo conjunto de ambos ejércitos aliados.

Poco después, Amon Sûl fue sitiada por un segundo ejército proveniente de Cardoland, la provincia más poblada del norte, formado por milicias locales y civiles armados, resultantes de un gran reclutamiento en el reino del norte. En paralelo, Eldacar y el Rey de Rohan, al mando de un ejército compuesto por gondorianos, rohirrim y enanos de Aglarond, logran lanzar una ofensiva final sobre Umbar, tomando la ciudad en el 482 tras un largo asedio por tierra y mar, ejecutando al rey y estableciendo un gobernador de entre los almirantes de Gondor.

Este sería un punto de inflexión en la guerra, habiendo despejado el frente del sur, aunque vigilando las hostilidades desde Abrakhân, gran parte del ejército de Gondor y Rohan pudo dirigirse ahora a Rhovanion.

De nuevo en el Norte, los elfos de Eregion habían empujado a los angmarin hasta el Monte Gram y las tropas de Telperion y las Ered Luin, aunque muy diezmadas, lanzaron una gran ofensiva hacia el interior de la Meseta de Angmar, asediando Angsûl y Shedûn, ahora que el grueso del ejército de Angmar había sido derrotado en Fornost. Todo ello fue posible gracias al segundo frente contra Eregion, que había mermado gravemente a las tropas de Agandaûr. Una a una, las ciudades de Angmar fueron cayendo, hasta la toma de Carn Dûm en el 478 CE por parte de Arnor y Ered Luin, muriendo el rey de Angmar y Boca de Sauron en la batalla.