En 1938, antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando J.R.R Tolkien intentó publicar «El Hobbit» en Alemania, la editorial Rütten & Loening pidieron confirmar su «pureza aria» antes de aceptar la publicación. Tolkien respondió de forma sarcástica, claramente rechazando la ideología nazi y afirmando que estaría más que orgulloso de tener ancestros judíos. En este artículo desgranamos la sorprendente respuesta de Tolkien a la ideología nazi.
Esta curiosidad que hemos podido investigar es sin duda sorprendente tanto a nivel histórico, como en la vida de Tolkien, ya que todo esto sucedía antes de la invasión de Polonia por parte de Alemania
A continuación, ponemos un fragmento la sorprendente respuesta de Tolkien a la ideología nazi:
«Personalmente, me sentiría inclinado a negarme a dar cualquier Bestätigung (aunque sucede que puedo), y dejaría que una traducción alemana se quedara en el olvido. En cualquier caso, me opondría firmemente a que apareciera impresa una declaración de ese tipo. No considero que la (probable) ausencia de sangre judía sea necesariamente honorable; Tengo muchos amigos judíos y me arrepentiría de haber dado algún indicio de que me sumé a la doctrina racial, totalmente perniciosa y anticientífica»
Y parte de la contestación ese mismo día a la editorial fue:
«No soy de origen ario, es decir, indoiraní; hasta donde sé, ninguno de mis antepasados hablaba flamenco, persa, gitano ni ningún dialecto relacionado. Pero si he de entender que está preguntando si soy de origen judío, sólo puedo responder que lamento no tener antepasados de ese pueblo tan talentoso. Mi tatarabuelo llegó a Inglaterra en el siglo XVIII procedente de Alemania: la mayor parte de mi ascendencia es, por tanto, puramente inglesa, y yo soy súbdito inglés, lo que debería ser suficiente. No obstante, me he acostumbrado a considerar con orgullo mi nombre alemán, y seguí haciéndolo durante todo el período de la última y lamentable guerra en la que serví en el ejército inglés. Sin embargo, no puedo dejar de comentar que si las preguntas impertinentes e irrelevantes a este hijo se convierten en la regla en materia de literatura, entonces no está muy lejos el día en que un nombre alemán ya no será motivo de orgullo».
¿Qué podemos sacar en este fragmento?
- Un claro rechazo a la ideología nazi, descalifica claramente la idea de clasificar a las personas por su ascendencia.
- Orgullo por su apellido alemán, aún viendo este tipo de ideología nazi no reniega de sus raíces germánicas.
- Respeto por el pueblo judío, afirmando que lamenta no tener antepasados judíos, un comentario que arremete contra el antisemitismo.
- Crítica a la censura literaria, muestra una clara preocupación por cómo la política está afectando a la literatura del momento.
Este momento de la vida de Tolkien nos deja una valiosa virtud que poseía de integridad, valentía y respeto por la libertad y diversidad. La respuesta que da a la editorial no es solo una negativa a la ideología nazi, además, añade que la literatura debe ser libre tanto de prejuicios como de discriminación.
Con su firmeza moral, aquí Tolkien nos demuestra que debemos defender aquellos valores en los que creemos. Su obra actualmente sigue inspirando a las nuevas generaciones y sigue sorprendiendo a los que ya éramos fans.