Si algo es evidente, es que la nueva serie de Amazon llamada «Los anillos de Poder», no gustó en absoluto al fandom de El Señor de los Anillos. La marcada y agobiante estética Woke, la más que forzada inclusión racial y el caso omiso al canon de las obras de Tolkien, hicieron de la serie más cara de la historia, un estrepitoso fracaso.
Todo este revuelo en las redes sociales ha provocado un debate muy áspero. ¿Es el fandom de El Señor de los Anillos antiwoke? Pese a ello, también se plantea si simplemente lo que desearían es que se respetasen las obras de Tolkien tal y como él las concibió.
La serie a nivel visual es muy atractiva y se nota la enorme inversión económica que hicieron para llevarla a cabo y transmitir el mundo de La Tierra Media. Diría que incluso en algunos aspectos, mejora las películas de El señor de los Anillos, pero solo por los avances tecnológicos.
Una cosa ha quedado clara. El nivel creativo de las armaduras, atuendos, diálogos y tramas, en las obras de Peter Jackson gana por goleada a la nueva serie de Amazon
¿Podríamos considerar una provocación intencionada el hecho de representar a la reina regente de Númenor, Tar-Miriel con una actriz de piel oscura? Las descripciones de Tolkien sobre la bella reina no dejan lugar a dudas:
«Ahora bien, Zimrahil, a quien su padre llamó Míriel, hija única de Tar-Palantir, era una mujer de gran belleza, de menor estatura que la mayoría de las mujeres de aquella tierra, ojos brillantes…»
Los pueblos de la Tierra Media, J. R. Tolkien
«La Reina Tar—Míriel, más hermosa que las perlas, la plata o el marfil.»
La caída de Númenor, Christopher Tolkien
La comparación con las perlas, la plata o el marfil, no nos hace pensar que el autor se estuviera refiriendo a una mujer de piel oscura. Algo que no ha sentado especialmente bien a los fans. No por racismo, sino por falta de canon y rigor a las obras.
Ejemplos como el de la reina regente Tar-Miriel, tenemos en la reina enana de piel oscura y sin barba, el elfo mulato sin largos cabellos o varios hobbits pelosos de piel oscura también. En este caso, no resulta tan forzada la inclusión racial, al ser personajes inventados, pero sí adolece la falta de rigor en los cabellos de los elfos o en las barbas de las mujeres enanas.
También fue muy sonada la sustitución de un personaje como Anárion por una hija inventada de Elendil en la serie. Factores absolutamente innecesarios que no se entienden, en una serie repleta de personajes y con una historia totalmente abierta a la invención de nuevos personajes sin necesidad de saltarse continuamente la historia escrita por Tolkien.
El personaje de Galadriel a cargo de Morfydd Clark fue muy bien acogido por el fandom cuando se anunció la serie. Se ajustaba al canon y tenía un cierto parecido a la representación de las películas de Peter Jackson donde la interpretó magistralmente la actriz Cate Blanchett. Gracias a su actuación y las obras de Tolkien, el personaje de Galadriel ha sido siempre uno de los más apreciados y queridos del fandom. Desgraciadamente, pese a ser uno de los personajes principales de la serie, el exceso de empoderamiento y la soberbia que desprenden, han conseguido que la Galadriel de la serie sea el objeto principal de las críticas.
De todas formas, incluso corrigiendo las faltas de canon en el tema racial, de inclusión y de fidelidad en los personajes, las tramas son totalmente insostenibles. No mantienen la atención del espectador en ningún momento, y se hacen demasiado densas y pesadas.
Incluso las escenas de guerra carecen de ritmo y tensión, es como si hubieran estado más pendientes de las doctrinas woke que de hacer una serie interesante
Los datos de los espectadores que terminaron la serie son desalentadores y todos por la misma causa, «La serie es muy aburrida». Actuaciones planas, inclusión constante y forzada, tramas aburridas y lentas, una falta absoluta de fidelidad con las obras escritas, historias que se entrelazan sin ningún sentido lógico, personajes que no aportan nada más que horas de metraje y unos diálogos pomposos sin ningún tipo de contenido, han hecho de la serie un fracaso estrepitoso.
Por todo esto, ¿es justo acusar al fandom de El Señor de los Anillos de antiwoke, racista o conservador? A mi modo de ver me parece una frivolidad y una forma de descalificar sin motivo justificado. El racismo no cabe en el mundo de Tolkien, principalmente porque es un universo que reúne una amplia variedad de razas diferentes. Los fans de Tolkien han crecido con la variedad racial y cultural de su universo, y es atrevido acusarlos de algo que han disfrutado y cultivado desde muy jóvenes.
Tacharlos de antiwoke es quizá más rebuscado. El concepto woke alberga muchas doctrinas, pensamientos e ideas que por el contexto actual, es lógico que puedan chocar con la obra de Tolkien. Pese a ello, no hay motivos para tachar la obra de Tolkien de machista, retrógrada, racista o antiwoke. Hablamos de fantasía, en la que entran en juego multitud de razas, tanto mujeres como hombres toman un papel importante en este universo, y es sin duda una obra maestra de la literatura y del cine.
El libro de El Señor de los Anillos es el libro más leído del mundo después de la Biblia. Se trata de una obra de fantasía que transmite valores, principios y conocimiento a sus lectores y seguidores. La serie no ha sido capaz de conseguir lo que consiguió Peter Jackson, y el fandom lo ha hecho notar. Las corrientes woke han hecho mella en esta serie, como en muchas otras, y no es lo correcto criticar al que no le gusta un determinado contenido. Lo woke es para un determinado público, que posiblemente no encaje en el universo de Tolkien y no por ello se debe juzgar a sus seguidores si el contenido de una serie no les gusta.
Concluyo diciendo, que como fan de El Señor de los Anillos, vi la serie con mucho entusiasmo y expectativas. No les miento si les aseguro que en el tercer capítulo me quedé dormido. La serie me desanimó mucho y la terminé porque no quería dejarla a medias. La segunda temporada la veré y la comentaré en este blog como fan acérrimo de El Señor de los Anillos, las obras de Tolkien y enamorado de La Tierra Media, pero no albergo mucha esperanza de que sea mejor que la primera.