La Cuarta Edad del Sol – Capítulo Octavo: De la Edad de Hielo y el Diluvio Universal | Parte II es una obra redactada por el historiador Javier Cano Galindo. Este texto se publica de manera seriada en formato digital en La Gloria de Gondor, con una entrega por capítulo de periodicidad semanal, hasta la conclusión total de la obra.
ÍNDICE
- CAPÍTULO PRIMERO: De los reinos y dominios de los hombres y los enanos
- CAPÍTULO SEGUNDO: De los reinos y dominios de los elfos silvanos y avari
- CAPÍTULO TERCERO: De los reinos y territorios de los orcos y otras criaturas
- CAPÍTULO CUARTO: De los reinos y regiones de los hombres del Este y del Sur
- CAPÍTULO QUINTO: De Vardamir el Piadoso y el culto del Árbol Oscuro
- CAPÍTULO SEXTO: De la Usurpación de Eldacar y el comienzo de la Gran Guerra
- CAPÍTULO SÉPTIMO: De la Guerra del Ocaso
- CAPÍTULO OCTAVO: De la Edad de Hielo y el Diluvio Universal
LA CUARTA EDAD DEL SOL – CAPÍTULO OCTAVO | Parte II
El Diluvio Universal
A mediados de siglo ya gobernaba Ancálimon, hijo de Nostarion, desde Umbar. El Reino de Gondor ahora se había extendido más al sur, tomando algunas ciudades de los numenóreanos negros y manteniendo conflictos con Abrakhân por el control de los recursos. El Cercano Harad también había notado los efectos de la glaciación con un clima mucho más seco y frío, impidiendo el cultivo de cereales.
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Ancálimon fue un rey mezquino que impidió la instalación de gentes que huían del norte. Ya en esta época, los dúnedain se habían mezclado mucho con otras razas y apenas vivían más de 100 años. El culto a los Valar hacía mucho que había desaparecido tras la desintegración de Arnor y la caída de las tierras de Gondor, habiendo triunfado al final las prácticas heréticas y oscuras que impulsó el “Árbol Oscuro”. La humanidad cayó en uno de sus periodos más bajos y las luchas por la supervivencia eran una constante en un mundo cada vez más cruel y más primitivo, donde la cultura y las civilizaciones urbanas estaban en completo retroceso.
Con el paso de los años y la mitad del continente completamente congelado, así como la humanidad totalmente perdida en una era oscura, de decadencia y crueldad, Iluvatar decreta un Diluvio Unversal en el 632. Diluvió durante varias semanas, quedando la mayoría de islas y continentes sumergidos, propiciando los eventos mitológicos que se cuentan en la leyenda sumeria de Ziusudra y, posteriomente, el Arca de Noé. Así, finalmente el culto del Árbol Oscuro, aunque ya desarticulado, había triunfado verdaderamente, pues las raíces del mal implantadas por Melkor decenas de miles de años atrás en la misma tierra, nunca podrían desaparecer del todo, en una historia cíclica de catástrofes y guerras.
De este modo, acaba la Cuarta Edad y comienza la Quinta con una nueva distribución continental propiciada por el gran cataclismo. Con el inicio de la Quinta Edad surge el país de Sumer en Mesopotamia en el 3500 a.C. y el reino de Egipto en torno al 3150 a.C. Los últimos mamuts se extinguen en el norte y acaba la Edad de Hielo. Algunos enanos aun sobrevivieron hasta desaparecer en lo profundo de las montañas dando origen a leyendas y sagas nórdias, mientras que los elfos ya se habían desvanecido perdiendo sus cuerpos físicos.
Aquí concluiría la historia de la Tierra Media, con los reinos y personajes que dejó Tolkien en la Cuarta Edad, además de otros introducidos de forma original. Y conectando con su cronología, pues desde el fin de la Tercera Edad hasta mediados del siglo XX pasaron unos 6000 años y el Nacimiento de Cristo inicia la Séptima Edad. Por lo que, en esta historia he decidido colocar la Quinta con el inicio de las primeras civilizaciones y el Diluvio Universal; y la Sexta con el colapso de la Edad del Bronce, como gran periodo histórico, en torno al 1200-1100 a.C., comenzando una nueva época oscura.
APÉNDICES Y NOTAS
1. Altos Reyes del Reino Unificado. Dinastía Telcontari:
Elessar: 1-120 CE. Época dorada.
Eldarion: 120-224 CE.
Vardamir el Piadoso: 224-316 CE. Máximo apogeo.
Valandil: 316-408 CE.
Aldarion: 408 CE.
Eldacar el Cruel: 408-499 CE. Disolución.
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2. Población
La ciudad más poblada del mundo llegó a ser Karakorum, la capital del Imperio de Rhûn, contando con aproximadamente 420 mil habitantes. La segunda más poblada del Este sería Mistrand, con 210 mil habitantes, conocida como la capital del Rhûn Occidental, al sureste del Mar de Rhûn.
La más poblada de Occidente sería Minas Tirith y todo su corredor hasta Osgiliath, que acabaría convirtiéndose en su puerto, con un total de 230 mil habitantes, de los cuales 190 mil pertenecían a Minas Tirith y unos 40 mil a Osgiliath. Pelargir y Dol Amroth serían las siguientes en población con unos 60 mil y 50 mil respectivamente.
En el norte, la más poblada sería Annúminas contando con 80 mil habitantes, seguida de cerca por Tharbad con 75 mil, al ser un cruce de caminos, como principal paso del norte al sur, y Metraith con 62 mil habitantes, la capital de la Provincia de Cardoland e importante ciudad comercial. Otras ciudades de importancia serían Fornost, la más norteña con 35 mil habitantes y Amon Sûl, que de una atalaya en ruinas pasó a ser una pequeña ciudad de 15 mil habitantes. La Comarca por su parte, contaría con unos 180 mil habitantes en su totalidad.
En Angmar, destacaba Carn Dûm con su población mixta, llegando a tener 55 mil habitantes, mientras que el resto no pasaban de los 20-30 mil. Gundabad estaba poblada exclusivamente por orcos, uruks, trolls y trasgos, contando con unos 40 mil.
En el Sur, la ciudad más grande sería Umbar con poco más de 185 mil habitantes, seguida de Abrakhân con unos 160 mil.
En cuanto a las poblaciones de enanos y elfos. El total de enanos ascendía a 500 mil, siendo el más numeroso el Clan de Durin, con Khazad-dûm como capital con 50 habitantes y Erebor con 35 mil. Por su parte, los dos clanes de las Ered Luin contaban con unos 45 mil repartidos en varias ciudades a lo largo de ambos lados del Golfo de Lhûn.
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Los elfos silvanos, en su mayoría en el Gran Bosque Verde, serían un total de 150 mil, teniendo en cuenta a los de Ithilien y el Valle del Anduin también. Pero la inmensa mayoría pertenecerían a los avari, rebasando los 400 mil repartidos por todo el mundo.
3. Ciudades
Lista de ciudades de los reinos humanos más importantes, basadas en el MERP y New Notion Club Archives.
Gondor: Minas Tirith. Osgiliath. Pelargir. Tarnost. Emyn Arner. Dol Amroth. Cair Andros. Ostihil. Carasast. Linhir. Brethil. Ethring. Gobel Tolfalas. Calembel. Lond Galen. Serelond. Cirith Iaur. Annúlond. Tharagrondost. Methrast. Fanuilond.
Arnor:
- Arthedain: Annúminas. Fornost. Fuirnost. Barketta. Athilin. Anglor. Bree. Cor Wilishar. Caras Nûrneled. Amon Sûl.
- Rhudaur: Cameth Brin. Morva Tarth. Fennas Drunin. Tirdhuin. Iant Methed.
- Cardolan: Metraith. Tharbad. Celoniach. Tyrn Gorthad. Argond. Brêgost. Sudúri. Lond Daer. Caranthel. Cithiel. Bregnas.
Rohan: Edoras. Cuernavilla. Aldburg. Gineard. Onodrith. Entwade. Foldburg. Derwath.
Rhûn: Karakorum. Mistrand. Mattaram. Nebûrkah. Elgaer. Rhûbar. Lest. Kelepar. Dilgul. Enmahadh.
Angmar: Carn Dûm. Angsûl. Litash. Gram. Gundabad. Shedûn. Morkat. Barcheleg.
Haradwaith:
- Umbar: Umbar. Gobel Mirlond. Suk Akhor. Pellardur. Faldûr. Dol Annabrith. Tol Glingal. Sarnak Hor. Kas Torath.
- Gran Reino de Harad: Abrakhân. Gobel Ancalimon. Kadal. Velsinir. Pâzghar. Kârna. Hidar. Azkâhar. Raqqa. Basíra.
4. Notas
En relación con Tom Bombadil y Baya de Oro, decidí no incluir a estos personajes dentro del desarrollo de la historia. Esta elección responde, en gran medida, a la propia postura de J.R.R. Tolkien, quien afirmó en diversas ocasiones que Bombadil debía permanecer como un enigma dentro de su legendarium. Su carácter neutral y desligado de las dinámicas del mundo, ajenos a las grandes tramas del bien y del mal, los convierte en figuras sin una función narrativa en el contexto de los grandes conflictos. En consecuencia, considero que su destino natural habría sido permanecer eternamente en el Bosque Viejo, desvaneciéndose con el tiempo, como ocurre con los elfos, enanos y otras razas no humanas que acaban por retirarse del mundo.
El Señor de los Anillos, ilustrado por Tolkien – JRR Tolkien
Respecto a la denominación de la Gran Guerra que marca el final de la Cuarta Edad, opté por nombrarla como la Guerra del Ocaso. Este título refleja su carácter apocalíptico, pues conllevó el derrumbe de los grandes poderes de aquella era: el Reino Unificado de Gondor y Arnor, así como el Imperio de Rhûn. La inspiración principal para esta etapa fue el conflicto entre Alejandro Magno y el Imperio Persa Aqueménida. La Batalla de Mistrand remite directamente a la Batalla de Gaugamela, donde la victoria del ejército macedonio dejó en jaque al dominio persa. La caída definitiva del Imperio Persa y la posterior muerte de Alejandro Magno por envenenamiento, quedan reflejados en la caída de Rhûn y el envenenamiento de Eldacar. Tras ello, tanto en la historia real, como en este relato, se produce la fragmentación de sus bastos dominios entre sus herederos y una cruenta lucha de poder.
En cuanto a otras referencias históricas que sirvieron de inspiración, Karakorum toma su nombre de la capital del antiguo Imperio Mongol, aludiendo así a una doble herencia para el Imperio de Rhûn, que bebe tanto del modelo persa como del mongol, especialmente en lo relativo a su estructura tribal, su extensión y sus campañas militares. Las diversas tribus de los elfos avari están igualmente inspiradas en civilizaciones antiguas: Como los mayas en los Hisildi, la Antigua China preimperial dividida en varios reinos y ciudades estado en los Kinn-Lai o los númidas en los Penni. Mientras que los Cuind están directamente inspirados en los elfos de Skyrim, del universo de The Elder Scrolls.
La institucionalización del culto a Ilúvatar y los Valar bajo el reinado de Vardamir encuentra su paralelo histórico en el papel de la Iglesia en la Europa medieval. Este culto no solo cumple una función espiritual, sino también sociopolítica, actuando como fuerza cohesionadora y como instrumento de control ideológico. Su oposición al Árbol Oscuro y a los rituales oscuros evoca de forma clara el papel de la Inquisición en la lucha contra la herejía tanto en su versión medieval como la posterior, en el Antiguo Régimen, implementada por los Reyes Católicos.
En cuanto al Sultanato de Abrakhân, se encuentra inspirado en el sultanato mameluco de Egipto, un reino de gran extensión que ocupaba buena parte del este del norte de África y una buena porción del Próximo Oriente.
Por último, Durlach, la Glaciación y los muertos vivientes toman su inspiración de los Otros o Caminantes Blancos y la Larga Noche de la obra “Canción de Hielo y Fuego”, emulando el Balrog al Gran Otro.
BIBLIOGRAFÍA
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TOLKIEN, Christopher, El Silmarillion. Barcelona: Ed. Minotauron, 1984.
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TOLKIEN, J. R. R., Apéndices de El Señor de los Anillos. Trad. Rubén Masera. Barcelona: Ed. Minotauro. 1995.
TOLKIEN, J. R. R., Los cuentos inconclusos de Númenos y la Tierra Media, vol. I y II. Trad. Rubén Masera. Barcelona: Ed. Minotauro. 1988.
TOLKIEN, Christopher, Las Baladas de Beleriand. Barcelona: Ed. Minotauro, 2002.
TOLKIEN, Christopher, La Guerra de las Joyas. Barcelona: Ed. Minotauro, 2002.
TOLKIEN, Christopher, Los pueblos de la Tierra Media. Barcelona: Ed. Minotauro, 2002.
TOLKIEN, Christopher, La naturaleza de la Tierra Media. Barcelona: Ed. Minotauro, 2002.