¿Sabías que Peter Jackson movilizó a 25.000 personas para hacer esta escena de Las Dos Torres?

Los Uruk-hai, esas criaturas aterradoras y crueles de El Señor de los Anillos, tienen un nombre tan enigmático que su significado no es algo conocido por todos los seguidores del fandom.

Sin embargo, si nos adentramos en los entresijos de la creación de Tolkien, descubrimos que este término tiene una base sólida en la Lengua Negra, donde se traduce como «pueblo orco». Específicamente, «uruk» significa «orco» y está directamente relacionado con la palabra quenya «urko». Aunque esta etimología no se detalla ni en las películas ni en los libros, resulta fascinante saber que estos nombres tienen un trasfondo significativo y no fueron elegidos de manera arbitraria.

Peter Jackson, el director detrás de la adaptación cinematográfica, sabía que en Las dos torres necesitaría miles de orcos listos para atacar simultáneamente.

A diferencia de los stormtroopers de Star Wars, sus orcos debían ser aterradores por su individualidad

Richard Taylor y Peter Owen, maestros del maquillaje que ganaron dos premios Óscar por su trabajo en la saga, crearon 10,000 orcos únicos que aparecieron a lo largo de la serie. En este vasto mar de criaturas oscuras, Jackson incluso tuvo la osadía de incluir una caricatura del famoso Harvey Weinstein.

Sin embargo, lograr que 10,000 orcos tuvieran un sonido distintivo era un desafío que requería soluciones poco convencionales.

En una memorable escena de Las dos torres, donde Saruman El Blanco, presenta a su ejército desde la torre de Isengard, Peter Jackson acudió al estadio de Wellington el 16 de febrero de 2002.

Durante el descanso de un partido de cricket entre Inglaterra y Nueva Zelanda, pidió a los 25,000 aficionados presentes que imitaran a un ejército de orcos

Así, aquellos espectadores que solo esperaban disfrutar de un partido, terminaron participando en la épica película. Jackson les solicitó que gritaran la frase «durgbu dashshu, drugbu nazgshu», que en la Lengua Negra moderna significa «El Señor de los Anillos, el señor del mundo». Este ingenioso método, una vez más, subraya la dedicación y el compromiso de Jackson con su visión artística.

En definitiva, la entrega de Peter Jackson y su equipo no solo dio vida a los Uruk-hai, sino que también consolidó a El Señor de los Anillos como una obra maestra del cine. Un recordatorio de que, incluso en el cine, los nombres y los detalles importan, enriqueciendo el tapiz de historias que tanto nos apasionan.

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