La segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder ha generado una respuesta variada, con críticas y elogios a partes iguales, aunque también ha provocado una fuerte reacción por parte de algunos seguidores. Esta producción de Amazon, una de las más costosas en la historia de la televisión, se encuentra bajo una creciente ola de críticas.
En este contexto, los creadores de la serie han salido a defender su trabajo, refiriéndose a algunos de sus críticos como “trolls”
La temporada, que se estrenó el 29 de agosto de 2024, ha sido objeto de comentarios mixtos. A pesar del éxito de la primera temporada en términos de audiencia, la segunda ha experimentado una notable disminución en los números. Los fans han sido especialmente duros, criticando la dirección y el ritmo, y comparando la serie de manera poco favorable con la trilogía de Peter Jackson, que estableció un alto estándar para las adaptaciones de El Señor de los Anillos.
Ante estas críticas, los showrunners John D. Payne y Patrick McKay han optado por una respuesta directa. Payne subrayó que, a pesar de la negatividad en redes sociales y plataformas como YouTube, están contentos de contar con todos los espectadores, incluso con aquellos que critican: “Estamos felices de tenerlos a ustedes también. No sería un viaje por la Tierra Media sin algunos trolls en el camino”, dijo Payne en una entrevista con The Hollywood Reporter. Esta declaración ha sido polémica, pues algunos opinan que etiquetar a los críticos como “trolls” podría aumentar la división en la audiencia.
Por su parte, la crítica especializada ha sido más indulgente, con un 70% de reseñas positivas. Se ha elogiado especialmente la calidad visual de la serie y la banda sonora de Bear McCreary, aunque algunos expertos coinciden en que la narrativa y el ritmo no han alcanzado el nivel de la primera temporada.
En resumen, Los Anillos de Poder se enfrenta a grandes retos, ya que debe gestionar las expectativas de los fans y las críticas, tanto de la audiencia como de los expertos. La respuesta de los showrunners y la caída en los índices de audiencia reflejan las tensiones de producir una serie de tal magnitud, y queda por ver cómo evolucionará en los próximos episodios.